martes, 18 de abril de 2017

Para el spanking: ¿braguita o tanga?





Recuerdo una agradable conversación, compartiendo mesa y mantel en Barcelona con Fer, blogger de azotes y nalgadas ya podéis imaginar de que versaba aquella conversación entre el blogger de azotes y nalgadas y el blogger de mariposas de chocolate: spanking.

Pues bien durante esa conversación Fer me comentó su preferencia por las braguitas tradicionales a la hora de jugar, vamos lo que vendría a ser el algodón blanco. Yo ciertamente era algo que no me había planteado. Mi experiencia en aquel momento se limitaba a una única persona, que solía llevar ropa interior cómoda, juvenil y divertida, poco amante de la lencería, pero en cierto modo era algo que me era bastante indiferente.

Poco tiempo después de aquella conversación, conocí a otra persona, que me resultó fascinante desde el primer momento. Durante ese periodo previo al face to face de eternas conversaciones y confesiones un día salió el tema de la ropa interior y ella me confesó que le encantaba la lencería, aunque no solía ponérsela, que generalmente iba cómoda, pero que desde que tenía 20 años, únicamente usaba tanga: " la braguitas me hace rozaduras". No me digáis porque, aquello me supuso como una pequeña decepción, sin llegar a los extremos de mi apreciado Fer, me parecía que unas braguitas aumentaban la excitación de ese momento, tan especial de bajarlas y que con un tanga ese momento perdía encanto, pero obviamente ese pequeño detalle no pesaba lo suficiente como para dejar de seguir descubriendo a aquella persona.

Hasta que llegó el día clave, aquellas conversaciones desembocaron en una cita de un fin de semana y claro estaba claro que con la idea de "jugar" y así fue. Lo gracioso es que metidos en asunto, la excitación del momento, de bajarle el tanga, fue la misma que conocía. En principio si lo piensas fríamente ni tan siquiera es necesario, sin embargo el ritual se cumplió con los mismo efectos, las nalgas ya estaban al aire  previamente, pero bajarle el tanga, me supuso la misma excitación que si hubiera llevado braguitas. ¿Por que?.

Michel Moignat, es un psiconalista francés y afirma que:

"El fetiche con respecto a la ropa de la mujer se compone de dos fetichismo. Por una parte el "envoltorio que tapa el cuerpo o una parte del cuerpo de la mujer y por la otra el atractivo a esa parte del cuerpo. Así el envoltorio es visto por el fetichista como una restricción al cuerpo femenino, al cuerpo del fetichismo".

 Creo que hay está la clave no es el envoltorio en si lo que provoca el atractivo, sino lo que sabemos que hay detrás de ese envoltorio. Es como esas medias musleras, que sabemos que al final de las mismas esta la piel desnuda, así que no nos atraen las medias en si, sino esos cuatro dedos de piel que están por encima de ellas.

Viéndolo desde este punto de vista, puedes reducir a la mínima expresión una prenda, que mientras tape algo que te sea atractivo su eficacia fetichista no disminuirá. Imaginad una falda hasta las rodillas o una mini cortísima. En ambos casos el efecto perturbador al levantarla será el mismo, ya que lo que se busca no es la falda, es lo que hay debajo. Por eso mi sensación con el tanga fue la misma que la que había tenido hasta entonces con las braguitas, la escasa tira seguía tapando algo objeto de deseo y quitarlo fue quitar ese envoltorio que tapaba algo que deseaba y me era atractivo. Exactamente lo mismo que si hubiera sido un culotte por ejemplo, el efecto es el de retirar cualquier restricción a la parte deseada,  por diminuta que sea.

Cosa distinta es cuando se juntan diversos fetichismos en uno, y en el caso de Fer, muy común por cierto en los spankers, se junta también el fetichismo a un ritual de infantilización muy marcado, como puede pasar también en el caso de los uniformes por ejemplo. Pero ahí ya estamos hablando de una fantasía más elaborada, en lo primario el tamaño de lo tapado no importa, ya que lo que importa realmente es lo que tapa. El erotismo no es lo evidente, es descubrir. Por eso rara vez jugamos en absoluta desnudez, nos gusta vencer esa restricción, de ahí también la potencia de ese momento donde se aparta el envoltorio fetichista, para llegar la cuerpo del fetichismo.

¿Y vosotros tenéis preferencias?.


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